China es el país más poblado del mundo con unos 1.400 millones de habitantes. Esto significa que aproximadamente 1 de cada 5 personas en el mundo viven en este país. De igual manera, su fuerza laboral asciende a 810 millones y es el motor de su enorme crecimiento económico.

Después de años de rápido avance, en el año 2019, China, con un peso del 17,9% del PIB mundial, ha superado a la zona del euro (17,1%) como la segunda economía mas grande del planeta, tras EEUU, que continua en primera posición, con un 27,3% en el PIB global. Japón (6,5%) ocupa el cuarto lugar, mientras que India (3,7%) adelanta al Reino Unido (3,6%), completando el ‘top 5’.

La importancia del comercio exterior en su economía es del todo relevante, siendo el mayor exportador de mercancías y el segundo mayor importador de todo el mundo.

Otro dato relevante es que desde 2015 posee la clase media más numerosa en el mundo, superando a la de Estados Unidos. La riqueza de la clase media china ha experimentado un aumento de seis veces (600%) en este siglo, en comparación con un aumento del 115% en todo el mundo y un crecimiento del 280% en la India.

En la actualidad las autoridades chinas desean promover el consumo interno y el sustento de los hogares, para fomentar el crecimiento y la diversificación de la economía. Para ello, China va a aprobar diversas medidas y políticas económicas que influyan en la distribución de la renta y eleven los ingresos de los agricultores. Entre las medidas que se detallan en el comunicado, del que se hace eco The Baltic Course, está la mejora de la red de protección de la seguridad social con el fin de aflojar la presión ahorradora sobre las familias y qué estas puedan destinar al gasto una mayor capacidad.

Estas medidas van a afectar especialmente al consumo en bienes relacionados con la información, productos ecológicos y ahorradores de energía, la vivienda, el ocio y turismo, la educación, así como el cuidado de ancianos.